Y después de trece horas arriba de un avión, tengo todavía la sospecha que estos aparatos son como cápsulas de tele-transportación donde la espera es simplemente para que no sospeches de la alta tecnología que ya existe y a la que no podemos acceder los simples mortales por miedo de que sea mal empleada o de correr altos riesgos como convertirnos en moscas. Llegué de pronto a México donde todo sigue como antes y nada es como era. Todavía no desempacaba y ya estaba haciendo mi carpeta para presentar mi solicitud a la Compañía Nacional de Teatro, estuve toda la primera semana editando videos, sacando copias, y preguntándome porque quiero estar en dicha compañía haciendo equipo con Paula, Jorge y el Chino. Finalmente están los papeles a juicio de las personas de reconocida trayectoria que evaluaran quién tendrá el chanse de trabajar por dos años en el teatro nacional. La convocatoria exigía una fundamentación del porque quiere estar uno en la compañía y me quebré la cabeza pensando en que es realmente lo que quieren saber, pues la respuesta me parece obvia; porque quiero trabajar haciendo lo que mas me gusta hacer y poder vivir de eso. Así que aproveche mis dos cuartillas para exponer ante las personalidades de reconocida trayectoria, mi humilde visión del teatro nacional. Que podría ser eso un factor en mi contra, pues fui muy honesto, pero que somos si no somos lo que hacemos, ¿que somos si nos callamos lo que creemos? En fin, ya veremos que piensan las personalidades de reconocida trayectoria.
La novedad ahora es vivir con mi hermana menor, la arquitecta, porque la escriproductora está en Hermosillo buscando lana pa llevar a esta familia al estrellato cinematográfico. Y en medio de papeleos, deudas e incertidumbre la vida poco a poco retoma el camino que comenzaba cuando lo deje por un pequeñísimo receso.
Y como en nuestro querido D.F. también pasan cosas buenas, además de las marchas, la delincuencia, los temblores y la contaminación, el domingo pasado fui a escuchar a Goran Bregovic en la plaza de Santo Domingo como parte del Festival de la ciudad de México. Es conocido, entre otras cosas, por la música que hizo para la película UNDERGROUND de Emir Kusturika. Viene este extraordinario músico con su extraordinaria banda desde el otro lado del mundo a tocar acompañado de la Banda instrumental de Oaxaca. Y viene de lejos para mostrarnos algo tan íntimo que fue inmediatamente identificado por los mexicanos que nos encontrábamos en Santo Domingo. No digo que la fusión con la banda Oaxaqueña haya sido mala, pero me hubiera gustado escucharlo en fusión con una Banda Sinaloense. No puedo decir que es lo que más me gusta de su música, tendrían que verme al mismo tiempo que digo la frase: Es que es como muy mmhhhm....por eso me gusta, mucha fuerza, muy potente, muy sincero, no sé. Y quién mejor para hablar de su música que él mismo, el equipo de investigación de Clown para llevar se ha fusilado del periódico La Jornada un pequeño fragmento de la entrevista que le hicieron al músico antes de su concierto en el Auditorio Nacional. Y como en nuestro querido D.F. también pasan cosas malas, además del temblor durante el concierto, el lunes pasado, despertaba de muy buen humor recordando el concierto de la noche anterior y despertaba también con la noticia de que uno de los cristales de mi coche había sido quebrado para extraer mi estéreo. Desde aquí mando a un agradecimiento a los ladrones que llevaron acabo el atraco pues reventaron el vidrio mas barato, extrajeron con sumo cuidado el aparato reproductor y se limpiaron las patas antes de subirse, de modo que no arruinaron la aspirada profunda que en días anteriores me había llevado algunas horas. Aquí están pues, las palabras de Goran:
“No sé que quede de mi música en la gente, lo que sí sé es que la paso bien con la gente haciendo música. Me gusta que me inviten a una boda y llevo a mis músicos y me pongo mi ropa de boda y tomamos alcohol y bailamos y reímos y hacemos el amor y somos felices. Porque somos libres. Yo sé que mi papel en este mundo no es tan importante como el de un cirujano que hace operaciones a corazón abierto. Yo nada más hago música. Porque la música no es para muchos algo tan importante como la comida y el sexo. Para muchos la música es inútil. Para mí no. Tampoco para mucha gente. Porque la música nos hace muy felices. Nos recuerda que somos personas libres.”
Para ver la entrevista completa has click aquí.
Saludo a los hermanos Pleyadianos
Hace 7 años