miércoles, 27 de febrero de 2008

CAPITULO X

Del fútbol y del teatro...

Pocos saben, que además de estar en Barcelona tomando cursos de Clown, estoy preparando también una obra de teatro-clown, si son curiosos y se preguntan quien es el autor, director, escenógrafo y vestuarista, les diré que solo hay una respuesta: Yo mismo.
Hasta hace algunos meses estaba decidido a no aventurarme a hacer algo yo solo pues me parecía una irresponsabilidad, decía que lo haría hasta tener cuarenta o cincuenta años, con más experiencia para enfrentar un trabajo de esa naturaleza. Inicié ya la elaboración de este proyecto y no solo actuando, sino jugando a ser mi propio equipo creativo. Aquí comienza mi choro justificador:

Afirmé hace algunos días en alguna frase corta que nuestro trabajo se basaba fundamentalmente en el equipo, hasta cité a Rafa Márquez. Esto no lo digo yo, me lo enseñó primero mi apá y después fue un concepto que escuché durante la carrera repetidas veces. Para hacer un trabajo de equipo, lo primero que hay que tener es un equipo y sabemos bien que en nuestro país hay grandes facilidades fiscales, de infraestructura y legislativas para la formación de equipos de fútbol, pero para los equipos de teatro, danza, en fin, equipos de creación artística no es el mismo cantar. ¿Qué es más importante, el teatro o el fútbol? yo creo que ambas cosas son importantes. A pesar de las dificultades que supone crear un equipo de teatro en México, existen, no en igualdad de condiciones ni regulados por una liga, ni hablar de estadio propio o aficionados que compren abonos para toda la temporada, pero existen y andan por ahí, brincando de teatro en teatro o de bar en bar, con dinero y sin dinero. El pasado quince de Febrero se lanzó la convocatoria a la Compañía Nacional de Teatro, lo que vendría a ser la selección nacional, cosa que me alegra muchísimo y ya arreglo mis papeles para aspirar a un puesto en el equipo. Todo esto viene a cuenta, por las dificultades de armar equipo propio con un discurso en común, me llevó esto a tomar la decisión de intentarlo solo. Cabe también la aclaración de que sí tengo equipo, además de los Pumas, el Pedigrí 2002-2006, pero estando todos en un proceso de incorporación a la vida profesional, agarrando trabajo de aquí y de allá para poder cargar con los gastos de alimentación y vivienda, hemos sufrido desencuentros naturales que estoy seguro se irán disolviendo y después de las búsquedas personales nos iremos encontrando nuevamente, pues sabemos que tenemos mucho en común para usar en nuestro favor.

Pero, ¿porque lo escribo yo? Simplemente porque no encontré un texto que reflejara lo que me interesa. Así que más que por gusto, lo hago obligado, pensando en que el no encontrar un texto no es suficiente para detener un impulso. ¿Porque no hay director? Porque estuve cinco años en una escuela de teatro donde me enseñaron a trabajar individualmente sobre la elaboración de personajes, el actor es un creador, deberíamos acordarnos de eso mas seguido. Así que la onda es tomar a cinco personajes de la historia de México para verlos en momentos que poco se cuentan en los libros de texto de secundaria y son además poco conocidos. Por ende se darán cuenta que en realidad está todo escrito, mi labor dramatúrgica consistirá en seleccionar estos momentos y darles forma. La experiencia te va diciendo cuales son las cosas que funcionan con el público y cuales no, pero cuando la experiencia es poca lo que hay que hacer es obtenerla y se obtiene de hacer, hacer y enfrentarse al público, fracasar rotundamente he ir corrigiendo, cortando y aumentado sobre la marcha. Es aquí cuando la cosa se pone peligrosa, pues si sobre la marcha se dan concesiones al público, en el afán de agradar, basados en la regla del clown de lo que funciona y lo que no funciona, podría ser que el discurso comenzara a ser sacrificado por las risas del público. Así que, como todo en la vida, la cosa funcionará mientras se mantenga la balanza equilibrada.

El sentido de responsabilidad no me agobia pues no lo tengo, no depende de mi la vida de una nación o de una persona. Lo único que me empuja es el sentido de compromiso conmigo mismo y con mi profesión

martes, 19 de febrero de 2008

CAPITULO IX

Del Sonorense espía y de su aparición en televisión.

Como lo más difícil siempre es el principio, siempre lo más fácil es empezar diciendo que lo más difícil es el principio, empiezo así no porque sea complicado de contar lo que hoy tengo para decir, sino que hay mucho y tan poco, que escribo por obligación. Sí, así es compañeros, hoy escribo por obligación, han pasado ya algunos días en los que no publico nada y tengo ganas de escribir pero no se de que, así que no he de mantenerme sujeto a mis propias normas y como buen estudiante de clown romperé mis propias reglas para escribirles algunas notas de temas varios.

Tema uno: Analytics. Así se denomina la página de google que utilizo para espiarlos a ustedes, que no muchos pero si constantes, mis lectores. De vez en cuando abro esta página y por medio de códigos, cables o videntes me entero de la nacionalidad de ustedes, del tiempo que estuvieron leyendo o mantuvieron abierto el blog, de cuantas veces han entrado, que tipo de servidor utilizan y veo en una gráfica como las visitas se incrementan o descienden como si mi blog fuera la bolsa de valores. Hoy puedo decir que este espacio ha recibido visitas de varios lugares de México, España, Portugal, E.U. Korea del Sur, Chile, Ecuador, Venezuela, Rumania. Pensarán que presumo, pero no, como he dicho antes puedo saber cuanto tiempo han estado en la página y por este indicador he llegado a la conclusión de que me han leído en los tres primeros países, los demás llegan y se van. A los que se quedan a chismear, les conmino atentamente a que no sean tímidos y dejen su comentario, ya que se donde están me gustaría saber algo más. No es vanidad, es la atención de un clown a la reacción del público.

Tema dos: La televisión. El lunes pasado recibí un mail de la Escuela de Clown invitando a sus alumnos a participar con Jango Edwards, un payaso gringo viviendo en Barcelona, en un programa de televisión que es realizado en esta ciudad. El mail no daba mayores explicaciones pero por tratarse de Jango no dudé en enlistarme inmediatamente. El programa se llama Buenafuente, el equivalente para México sería el ya desaparecido Otro Rollo pero con realizadores inteligentes. Citado a las tres treinta de la tarde en la plaza Catalana me encontraba rodeado de payasos que no había visto en mi vida, sorprendido me encontraba pues pensaba que me toparía con compañeros de la escuela de clown. Nos subieron a un camión que el canal de televisión había mandado para llevarnos al estudio y ya de camino Jango nos explicó de lo que se trataba el asunto, nos enseñaría una coreografía y seríamos su balet mientras el cantaba. Quien me conoce sabe que soy un bailarín excepcional y que al momento de escuchar el plan de acción estaba feliz y confiado de lo que pudiera pasar. Llegamos entonces al estudio, nos pasaron a una sala donde había futbolito, fotografías de invitados al programa, entre ellos Maná y una guitarra de Santana. Jango procedió a enseñarnos la coreografía, ensayamos en el set y listo. A darle al catering y después a bailar. El vestuario me lo inventé la noche anterior, Jango agregó una gorra con rastas y salimos al set veinte personajes rarísimos a bailar “Cabaret Cabrón”. Cuando iba en el camión pensaba que esta podría ser una más de esas cosas que antes de hacerlas estas entusiasmadísimo, cuando la estas haciendo te preguntas ¿Qué chingados hago aquí? y cuando acabas te reclamas porque lo hiciste. Ya colocado en mi lugar, con el telón cerrado a dos segundo de empezar seguía pensando lo mismo. Una vez acabado el show, de regreso en el mismo camión me daba cuenta de que había hecho el ridículo pero esta vez no estaba arrepentido, esta ves encontré un gran placer escondido en lo ridículo y patéticos que podemos llegar a ser si nos lo proponemos. Esa noche falte a una clase pero tuve otra. Al final de este escrito encontrarán el video de la actuación de esa noche que fue publicado en You Tube.

Ya que empecé me doy cuenta que es igual de difícil acabar, ahora vienen a mi cabeza más cosas por contar solo que esto se ha vuelto lo suficientemente largo como para seguir escribiendo, así que lo dejo para la próxima, que les aseguro no será dentro de mucho tiempo.


sábado, 9 de febrero de 2008

Clown para llevar TV




Una visita al Parque Güell, diseñado por Gaudí. En el interior hay un café que he designado mi oficina. Es el mejor lugar para tomar un café y leer.

viernes, 1 de febrero de 2008

CAPITULO VIII

De la saudade, de los amores y de la respiración.

A Paula, compañera de mis noches, de escenarios y de amor incondicional.

Un febrero mas. Sigo dando los primeros pasos por calles catalanas siempre detrás del placer que me produce hacer lo que hago. Esa si que es una droga, capaz como cualquier otra de partirte, de separarte de los que amas. Hasta acá me ha traído mi adicción. Es sin embargo catalizadora de un profundo placer que pocas cosas en esta vida producen.

El haber encontrado un camino por andar es solo el principio, después toca andarlo, gozarlo y sufrirlo. Cada paso te roba el aire y cada paso te lo devuelve. Cuanta palabrería hay para sentir orgullo de lo que hacemos, siempre en la necesidad de sentirnos diferentes. Cuando el maestro Barba estuvo en Cuernavaca hace unos años nos decía con desveladoras palabras lo que ninguno de trescientos y pico de estudiantes habíamos escuchado jamás: “...el actor, contrario a lo que ustedes imaginan, ha sido siempre un relegado de la sociedad...” Nosotros, mis compañeros y yo, los teatreros tercermundistas, quedamos anonadados ante la desveladora noticia y procedimos a retirarnos del recinto cuestionándonos incisivamente si de verdad queríamos pertenecer a un gremio tan históricamente relegado. Hoy, maestro Barba, he llegado a la conclusión después de rumiar tan inspiradoras palabras suyas, que tiene razón. Asumo que lo que dijo implicaba también el afirmar que en nuestros días hemos pasado de ser los históricamente relegados a las estrellas del momento, bueno, no creo que afirmara tanto, pero si usted no, yo sí. Cabría entre este punto y seguido y el siguiente punto y aparte una discusión acerca de lo relativo de las palabras peligrosamente usadas: relegado y estrellas del momento, ¿Para quién relegados? ¿Para quién estrellas? Digamos simplemente que para el gobierno estaremos siempre al final en la lista de tareas. Comuniquémonos con el público compañeros, que bastante difícil es esa tarea como para ocuparnos también de sentarnos en las oficinas, habilidad de la que carecemos absolutamente.

Habría que cuestionarnos entonces que posición nos gusta mas. A mí, sinceramente las dos me laten, aunque ahora, si aplico mis reducidos conocimientos en el arte del Clown, tendría que escoger una o la otra: la otra.

¿Que si el teatro se expande o se comprime? ¿Que si las marchas son de mil, de tres, o de cientos de millones? ¿Que si qué fue primero, el dramaturgo o el actor? ¿Que si descendemos del mono, de Stanislavsky o del Actor´s Studio? Y haciéndonos estas preguntas, se nos vaciaron las butacas. Es nuestra naturaleza cuestionarnos, reflexionar, investigar, sí, de acuerdo, pero hay que dejar espacio para hacer. Como diría Rafa Márquez o cualquier futbolista, porque todos dicen lo mismo: Cuando uno juega tiene la obligación de entregarse al equipo y cuando está en la banca, también. ¿Qué es lo que hacemos si no es un trabajo de equipo? Nada.

Hemos elegido nuestro oficio como nuestro mecanismo de protesta, de manifestación y de reacción, devolvámosle éste sentido. No podemos quejarnos de los que restan importancia a nuestro arte cuando nosotros mismos lo denigramos usándolo para obtener súbditos, dinero, fama, reconocimiento y cualquier otra cosa ajena al placer de hacerlo, pues si no, moriríamos asfixiados.

Todo esto para decir, que la droga que consumo a diario, (El teatro, amá) me ha obligado a estar lejos de mis amores: mi familia, mis amigos y Paula; ya aprendí, sin ti, imposible.


Clown para llevar Radio