lunes, 10 de agosto de 2009

Los sueños, sueños son.

¿Porqué soñamos lo que soñamos cuando lo soñamos? No tengo la menor idea, ni una pista. Lo que si sé es lo que provocan en mi los sueños que sueño cuando sueño. A diferencia de algunos que hablan de sus sueños como algo abstracto que no ven nítidamente yo si los veo ¡clarito, clarito! Y dirán ustedes, amaneció soñador el muchacho, pos sí, amanecí soñador desde hace algunas semanas, supongo que se ha debido al cambio que se ha dado en mi vida, regresar al estado de soledad natural con el que venimos los seres humanos al mundo después de algunos años resulta que despeja la mente, libera la mirada, el pensamiento y en mi caso, libera los sueños. Y que manera de despertar sintiendo que te han dado de cachetadas toda la noche después de sueños tan claritos y perturbadores. Algo tenía que decir de los sueños después de estos que he tenido. Si pensaban ustedes que se los iba a contar se han equivocado rotundamente, podré contar intimidades en este blog, pero ciertas intimidades, no queremos convertir este espacio en un tv notas de un no famoso, no imagino cosa más aburrida.

Ahora romperé el romanticismo soñador, como se me rompió a mi después de soñar tan lindo con una persona que conozco hace muchos años, desperté con una sonrisa en la cara, descansando y tranquilo, fui a la cocina, me preparé el obligado cafecito, me senté a la computadora a mi lectura acostumbrada de los periódicos electrónicos y lo primero que se posa ante mis ojos son dos pickup´s que colisionaron, uno de ellos quedó llantas pa arriba, en las calles Nayarit y Reyes, en Hermosillo. Sí, así se rompió aquella mañana que había empezado tan bien y así se rompe también esto sobre los sueños, que no empieza tan bien, de entrada con el fusil del clásico español. Aquella fotografía se quedó dando vueltas en mi cabeza y produjo que soñara despierto esto que les comparto:

Instrucciones para volcar un pickup en la ciudad. Lo primero que necesitamos es un pickup, después una ciudad y por último, lo más importante, un idiota. Atención aunque es lo más común, no necesariamente el idiota es aquel que conduce el pickup, podría ser también aquel peatón, distraído e idiota que cruza la calle sin fijarse o aquel otro conductor idiota de aquel otro pickup idiota que se pasa un semáforo en rojo o aquella muchacha nalgona e idiota que va por la banqueta mostrando sus atributos. Todas son opciones viables de idiotez aunque yo me quedo con el idiota del conductor del pickup idiota volcado en una calle pequeña e idiota. Y ahora súbitamente se aclaró mi mente después de la volcadura y pienso ahora que es muy probable que mis sueños sean idiotas, resultados de dormidas idiotas, de una cama idiota, de una almohada idiota y de este idiota que solo piensa y escribe, sorprendentemente, cosas idiotas. No leas más, podrías terminar como un servidor, idiota.

3 comentarios:

acid dijo...

la vida sin los sueños no seria nada, eey me encanta tu musica.. saludos!

Unknown dijo...

acid, gracias por el commet, intenté entrar a tu blog pero me dice que es solo por invitación.

Anónimo dijo...

Me encanto!

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