Llegué a Hermosillo el domingo 16 de diciembre y al día siguiente “La manina” se nos fue de este mundo para acompañar al Panino, mi tío Tavo y mi tío Víctor. Consiguió por fin reunirse con los que tanto quiere. Mi abuela nos deja una gran familia y un gran ejemplo. Amor, sabiduría y sobre todo una inmensa generosidad es lo que siempre me vendrá a la mente al recordarla.
¡Viva la Manina!
¡Viva la Manina!
Fotografía: Paula Martins
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