miércoles, 2 de enero de 2008

CAPITULO III

Donde se cuenta como el Sonorense cruzó el atlántico...

Estoy en algún lugar por encima del atlántico viendo por mi ventanilla las estrellas. Será el primer festejo de año nuevo fuera de casa, el primero de 24. Estos últimos días del 2007 me ha tocado refrendar lazos de amistad que para mí son ya imborrables; La “Güera” es la que aparece en las fotos siguientes ¡cocinando! sueños portugueses conmigo. “El Rulo” ¿que puedo decir?, el hermano que nunca tuve. “El Alan”… ¡es el Alan! A mis tres queridos amigos vaya un agradecimiento especial.



Decía pues, que ya inició la aventura aunque con un pequeño percance, la cámara digital que compre especialmente para compartir mi viaje con ustedes, venía defectuosa. Así que va de regreso a Hermosillo para la devolución correspondiente y yo tendré que arreglármelas para poder mandarles alguna imagen. Por lo pronto de año nuevo habrá fotos con la familia portuguesa.
A tres horas de llegar, me pregunto si será buena la idea de pasar la aduana española con un chile seco que me traje de Sonora. Ayer no parecía idea tan errada, solo que ya me entro el cus cus de que me regresen por mamila, así que estoy pensando dejarlo en el avión. ¿Para qué carajos se lleva un chile seco a Barcelona? se preguntarán ustedes, la respuesta es que no tengo la menor idea. Fue un impulso mientras hacia la maleta. Uuu turbulencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Transparente, natural, soñador y hermoso.....

Clown para llevar Radio